
Comer sano en el trabajo no debería ser ninguna odisea, más bien todo lo contrario. Dedicar unos pocos minutos a pensar y preparar un menú para la oficina saludable, variado en ingredientes y completo en nutrientes nos puede ayudar no solo a mejorar nuestros hábitos alimentarios sino también a rendir mejor tanto en nuestro puesto de trabajo como en la vida en general.
Una de los aspectos que más acostumbramos a descuidar debido al estrés, las prisas y la falta de tiempo es la alimentación.
Hay miles de recetas ideales para un día de trabajo, pero lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de prepararlas es las circunstancias en las que desenvolvemos nuestro oficio. Por ejemplo, si realizamos un trabajo sedentario en el que nos pasamos muchas horas delante de la pantalla de un ordenador, nuestro cuerpo necesitará energía cada pocas horas, para mantener el rendimiento en todo momento. Si por el contrario nos movemos en un entorno caracterizado por las largas horas de pie o en movimiento, la comida principal deberá ser rica en carbohidratos y muy completa en todos los aspectos porque, al fin y al cabo, será la más importante del día.
A continuación adjuntamos una propuesta de menú para comer en la oficina. No hace falta decir que es tan solo un modelo para cuidar tu alimentación y que es adaptable según tus circunstancias, siempre y cuando siga teniendo un valor nutricional de similares proporciones. Por cierto, recuerda que los snacks o productos de las máquinas expendedoras no son el mejor aliado para proseguir con una dieta equilibrada, de modo que evitarlos siempre que se pueda es un gran triunfo.
Ejemplo de menú para un día de oficina:
– Al entrar por la mañana. Un café solo acompañado por una pieza de fruta es una opción efectiva y atractiva. Una combinación de el empujón que nos hace falta para acabar de despertar y una dosis de vitaminas nos ayudarán a rendir en las primeras horas de trabajo.
– A media mañana. Un yogur desnatado o una barrita de cereales pueden resultar el complemento ideal. El yogur nos aporta calcio, minerales y fósforo y su bajo contenido en calorías y grasa lo convierte en un tentempié ideal. Por su parte, una barrita energética cuenta con una practicidad difícil de encontrar en otro producto, y es que reúne carbohidratos, proteínas y nutrientes de toda índole además de aplacar la sensación de hambre, algo suficientemente importante como para tenerlo en cuenta.
– Comida. Teniendo en cuenta que es la más importante del día, tenemos que asegurarnos de que ésta sea completa pero sin excesos. Es por ello que, como entrante, una ensalada variada rápida y sencilla de preparar, nos servirá. Cuenta con antioxidantes y desintoxicantes; aportan potasio, minerales y fibra, entre otros y además hidratan. Si le queremos añadir pimientos, atún o frutos secos, por ejemplo, obtendremos las vitaminas y las proteínas que completarán un primer plato de auténtica calidad. Como segundo, uno o dos trozos de pechuga de pollo o pavo fileteada a la plancha son opciones sanas y completas a su vez, a que aportan todas las proteínas y calorías que te han faltado de la ensalada. Una macedonia o ensalada de frutas es otra gran propuesta para el postre, sin duda ideal para primavera y verano, sobre todo.
Un menú fácil de preparar para el trabajo y que no te ocupará demasiado de tu tiempo libre. Ideal si lo consigues combinar con otro de características similares a lo largo de toda la semana. Ya tienes una idea más para tu tupper de la oficina.
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